Estamos ante una fase más del plan, la fase de acabar con nuestro campo, con la despensa que da de comer a nuestra población, con los nobles trabajadores del campo, ganaderos y agricultores a los que no dejan de hacerles la vida difícil, si no imposible.
Como una parte más de su agenda satánica, están procediendo a ejecutar una fase más dentro de su plan satánico maltusiano para acabar con nuestra civilización, destruirlo todo y reducir al máximo la población. Este verano le ha tocado a los bosques y tierras de cultivo, a la ganadería y agricultura que son la base de nuestra nación, y que nos dan de comer a todos.
Para encender una buena hoguera lo primero es apilar el máximo material combustible y después prender la mecha.
Nuestros políticos, con pretextos ecologistas, llevan tiempo controlando y restringiendo las actividades que habitualmente efectuaba la gente del campo de limpieza de los bosques, mediante el natural pastoreo o la tala controlada y recogida de leña, etc. Desde hace unos años tales actividades resultan terminantemente prohibidas, requiriendo autorización para todo, no siendo posible limpiar los bosques. Todo lo controlan los políticos y todo lo prohíben bajo pretextos ecologistas, con el resultado de formar un buen cúmulo de material inflamable sin control alguno. Así, los medios para formar una buena hoguera quedan servidos.
Luego solo hace falta contratar a alguien que encienda la mecha. No es precisa mucha destreza ni tampoco una habilidad especial para evitar ser detectado, porque no parece haber tampoco ningún control efectivo que evite o que, al menos, detenga a los responsables de los incendios.
Lo normal, podríamos pensar, es que de vez en cuando aparezca algún pirómano a algún insensato que encienda un fuego para quemar rastrojos, etc., pero, con tantos y tantos incendios en un mismo verano, y siendo – como reconocen los mismos medios oficiales y oficialistas – en el 90% de los casos provocados, … ¿¿cómo puede ser que de repente hayan surgido tantos y tantos pirómanos y/o imprudentes??
Simplemente porque estamos ante una fase más del plan, la fase de acabar con nuestro campo, con la despensa que da de comer a nuestra población, con los nobles trabajadores del campo, ganaderos y agricultores a los que no dejan de hacerles la vida difícil, si no imposible, con miles de trabas y ninguna ayuda real, pero que siguen y siguen luchando por defender su vida tal como lo hicieron antes de ellos sus mayores, de generación en generación. Los nobles trabajadores del campo que verdaderamente defienden la vida, la ecología, la naturaleza, los animales, y nos dan de comer a todos nosotros. Como no pueden con ellos, una vuelta de trueca más, quemar sus cosechas, quemar sus ganados, quemar sus casas, quemar sus pueblos…
Yo veo aquí varios delitos. Uno, el de los son los autores materiales de los incendios, que prendieron la mecha y de los que les retribuyeron por ello. Todavía no he visto que se haya detenido a ninguno de los responsables que incendiaron el 90% de los más de 7000 incendios de este año en España.
Otro delito, quizás incluso más grave, sería la dejación de funciones o la negligencia manifiesta de las autoridades responsables del mantenimiento de los bosques y del campo. Imprudencia palpable por los resultados obtenidos, tanto en la comparativa con otros años dentro de España, como si vamos a una comparativa entre España y los demás países de nuestro entorno. Las personas a frente de los organismos competentes (nacionales, autonómicos y locales) en España, en este verano, algo deben estar haciendo mal o muy mal, si somos el país que “se lleva la palma” en hectáreas calcinadas de toda Europa. Pueden verse algunas estadísticas reveladoras sobre este punto en el siguiente enlace:
https://www.epdata.es/datos/incendios-forestales-datos-estadisticas-cifras/267
Reproducimos solo parte de este documento:
“España acumula casi el 40 por ciento (39,39%) del total de hectáreas quemadas este año en la Unión Europea, con 236.575 de las 600.731 hectáreas calcinadas hasta el 6 de agosto en los Veintisiete, según datos del Sistema Europeo de Información de Incendios (EFFIS) de Copernicus.
La diferencia con Rumanía, el segundo país de Europa que más superficie calcinada aportó es notable, ya que allí han ardido 150.027 hectáreas, lo que significa 86.548 hectáreas menos que en España. El tercer puesto es para Portugal, donde se han quemado 61.202 hectáreas.”
(Estos datos eran a fecha 6 de agosto de 2022, actualmente las cifras se han disparado aún más)
Pero estas autoridades y todos los políticos, no solo no sufren consecuencia alguna por su pésima actuación, actuando una vez más con total inmunidad, sino que, además, son muchas voces las que apuntan a su gran negocio de todo este asunto.
Porque al producirse estas catástrofes ecológicas, tienen excusa para recabar fondos de ayuda y bonos verdes con el proyecto de la recuperación del medio ecológico. Fondos que luego emplean a su antojo sin control alguno y de los que nada ven los verdaderos perjudicados. En este punto me sorprende la desfachatez de los politos prometiendo ayudas que luego nunca llegan, y si no que se lo pregunten, a los afectados por el volcán de la Palma (del año pasado), o incluso, a los afectados por el terremoto de Lorca, que hace 11 años que llevan esperando las ayudas prometidas.
Véase: https://elpais.com/espana/2022-05-22/11-anos-despues-lorca-aun-espera-todas-las-ayudas-por-el-terremoto-no-se-que-mas-quieren.html#:~:text=A%20comienzos%20de%20este%20a%C3%B1o,alquiler%2C%20y%207%20por%20reparaciones.
Y después, para rematar el negocio, los terrenos se devalúan notablemente por la acción del fuego, y pueden ser adquiridos a precio de saldo por grandes fondos o compañías eléctricas, para otros usos distintos a los que tenían, como plantas eólicas o solares, etc.
Además, finalmente, ocultando la verdad y mintiendo descaradamente, los mismos responsables de esta catástrofe nacional, van y nos cuentan que todo es debido al tan promocionado e inventado “cambio climático”, y los medios de manipulación masiva nos bombardean con esa idea para que todavía pidamos disculpas por los incendios, que ellos y solo ellos (la clase dirigente traidora que sigue los planes de la Agenda satánica 2030), han provocado para cumplir los mandatos de sus amos y beneficiarse de la masacre.
En definitiva, todo es una fase más para implementar una agenda satánica que busca, a toda costa, reducir la población, entre otros medios, matándola de hambre; en la que el pueblo (no los políticos ni sus amos) no tendrá nada, comerá vegetales transgénicos, bichos o insectos, vegetales transgénicos y carne sintética imprimida en 3D (…)
y ellos dirán que eres feliz…
Nuestras autoridades y políticos merecen ser denunciados, enjuiciados y encarcelados, una vez más, por un crimen ecológico y contra la humanidad, pero, desgraciadamente, la justicia parece como siempre bajo su oscura influencia, por lo que, una vez más, parece que quedarán impunes. La Justicia Divina, en cambio, a todos alcanzará.
¿El dinero que obtengáis por este crimen os va a merecer la pena cuando seáis vosotros los que os queméis en el infierno?