Peligro por una nueva crisis financiera en EE.UU: las tasas hipotecarias superaron el 6% por primera vez desde 2008

Tras el fuerte rebote inflacionario y la respuesta de la Reserva Federal, las tasas de interés para las hipotecas alcanzan los valores más extremos desde la última gran crisis financiera en los Estados Unidos.



En medio del endurecimiento de la política monetaria de los Estados Unidos, la tasa hipotecaria fija a 30 años promedió el 6,02% en la semana que finalizó el pasado 15 de septiembre

Esto representa un aumento con respecto a la semana anterior, cuando la tasa había promediado el 5,89%, y un brutal aumento contra el 2,86% registrado en el mismo período del año pasado

A pesar de que son tasas “fijas”, los nuevos contratos hipotecarios se pactan con tasas fijadas en niveles cada vez más altos, y esto provoca que el promedio general de los intereses en el mercado aumente constantemente. 

Niveles tan elevados en las tasas hipotecarias nominales no se observaban desde el tercer trimestre del año 2008, cuando Estados Unidos atravesaba una severa crisis financiera desencadenada inicialmente por la crisis en el pago de las hipotecas. 

También se observa una importante tendencia alcista sobre el valor de las propiedades inmobiliarias. Mientras que en 2019 las tasas hipotecarias promediaban el 2% anual y el valor promedio de las propiedades ascendía a los US$ 405.000, actualmente las tasas alcanzan el 6% y en promedio las propiedades valen hasta US$ 547.000. 

Se produce así un brutal aumento tanto en el pago inicial de las propiedades para adquirir una hipoteca, como también los correspondientes pagos mensuales por una cuantía de hasta el 96% en dos años. 

El nivel de las tasas hipotecarias ajustables también se encuentra en el rango más alto desde la última Gran Recesión en Estados Unidos, pero a diferencia de aquel entonces, esta vez representan solo el 5% de los contratos hipotecarios totales, contra más de 30% que se registraba en el año 2006. 

Esto implica que el efecto directo por la suba de la tasa de la Reserva Federal, así como la suba de la tasa sobre bonos del Tesoro, se verá atenuado en comparación al que se registró en la crisis de 2008. 

No obstante, los mayores rendimientos de los activos financieros generan una presión alcista en la cantidad de hipotecas ofrecidas a tasa ajustable, la oferta de contratos a tasa fija con valores cada vez más altos, y en la práctica se espera una fuerte desaceleración de la demanda de vivienda en Estados Unidos

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