Desde la perspectiva de la Doctrina Católica, la ayuda a los pobres debe basarse en la caridad desinteresada, que refleja el amor de Dios y busca el bien del prójimo sin esperar recompensa ni tener segundas intenciones. Ayudar a los pobres con fines políticos o para beneficiar a una asociación civil, fundación u organización, especialmente si se acompaña de sacarse fotos con ellos para publicarlas en un blog y obtener donaciones, podría ser cuestionado porque contradice la pureza de intención que exige la caridad cristiana.
Razones doctrinales:
1. La caridad es un acto de amor, no de interés personal: Según el Catecismo de la Iglesia Católica (CIC 1822), la caridad "es el amor con que Dios nos ha amado primero". Las acciones caritativas pierden su autenticidad cuando están condicionadas por intereses ajenos, como el beneficio personal, político o financiero.
2. Instrumentalización del prójimo: En la visión cristiana, cada ser humano tiene una dignidad inherente como hijo de Dios. Usar la ayuda a los pobres como un medio para otros fines, como conseguir apoyo político, recaudar fondos o promover la imagen de una asociación, instrumentaliza a las personas. Esto va contra la enseñanza cristiana de tratar al prójimo como un fin en sí mismo, no como un medio.
3. El ejemplo de Cristo: Jesús ayudó a los pobres y marginados sin buscar reconocimiento ni fines secundarios. En Mateo 6:1-4, Él advierte contra hacer obras buenas para ser vistos por los demás, pues ello anula la recompensa divina: "Cuando des limosna, no lo anuncies con trompeta". Sacarse fotos con los pobres para publicarlas contradice esta enseñanza, ya que pone el énfasis en la autopromoción en lugar del servicio genuino.
4. El peligro del orgullo y la vanagloria: Ayudar con fines de autopromoción, como usar imágenes para destacar logros personales o de una organización, puede llevar al orgullo y la vanagloria, lo cual es contrario a las virtudes de humildad y servicio genuino que la Iglesia promueve.
5. El bien común es prioridad: Aunque apoyar una asociación civil o fundación puede tener un valor positivo, la Doctrina Católica insiste en que las acciones caritativas deben estar orientadas al bien común y no a agendas específicas que buscan beneficios secundarios.
Reflexión final:
El verdadero valor de ayudar a los pobres, según la Doctrina Católica, radica en ser un acto gratuito y amoroso que refleja el Evangelio. Cuando la ayuda se acompaña de estrategias como fotografiar a los beneficiados para obtener donaciones o reconocimiento, se corre el riesgo de desvirtuar su propósito espiritual y ético, convirtiéndola en un acto interesado. La caridad, para ser auténtica, debe reflejar el amor puro de Cristo, que actúa sin buscar recompensas terrenales.