Federico M., por así decirlo, tenía sus días. De 50 años de edad, padre de al menos dos hijos, profesor de colegio secundario de materias como física y química y empleado de la Dirección General de Cultura y Educación bonaerense, Federico vivió durante los últimos años en un pequeño chalet de dos plantas de una zona alejada de Rincón de Milberg, partido de Tigre, con una hamaca, una parra, un pequeño jardín de plantas suculentas sobre una tabla y un viejo Renault 12 gris plomo. Sus vecinos tienen varios calificativos para él: "colifa", "chiflado", "un poco inestable", "tipo buenito pero se te revira", "ponele que le gusta el vino".
El viernes por la noche, una fuerte explosión ocurrió en la casa de Federico: su hijo menor de 13 años lo descubrió ensangrentado, con un brazo virtualmente volado. El docente fue rápidamente trasladado al Hospital de General Pacheco, luego de que efectivos de Bomberos y de la Departamental Distrito Tigre de la Policía Bonaerense llegaran al lugar. Se abrió un expediente judicial para investigar la explosión, a cargo del fiscal con jurisdicción en la zona, el doctor Mariano Magaz. En paralelo, mientras Federico languidecía en terapia intensiva, una curiosa versión se repetía en redes sociales y en medios de comunicación de alcance nacional.
Fue una suerte de parte informativo de policía lo que originó la versión. Lo que contenía el parte, de cara a la muerte del joven mapuche Rafael Nahuel y en pleno velatorio de Santiago Maldonado, sonaba por lo menos incendiario. El mensaje aseguraba que "el sujeto víctima se encontraba armando un artefacto explosivo casero y se trataría de un anarquista armador de bombas" y que "es notorio en el interior de la vivienda escenario de los hechos las publicaciones y recortes de marchas de organizaciones de izquierda, la aparición con vida y reclamo de justicia por Santiago Andrés Maldonado, además de existir aerosoles de pintura que orientar a sospechar actividades anarquistas por parte de esta familia".
Es decir, según este mensaje, Federico, un supuesto anarquista del Tigre profundo, quizás buscando venganza por Santiago Maldonado, intentaba montar una bomba en la entrada de su casa y el artefacto falló, casi matándolo. El supuesto parte, que circuló entre periodistas y editores de medios, iba acompañado de fotos del supuesto explosivo en cuestión, rodeado de clavos, lo que permitía inferir que habría sido una bomba de clavos. Pero lo que parecía alimentar la alarma contra activistas violentos, en realidad, es, a los ojos de los vecinos, de la Policía Bonaerense y del fiscal Magaz, algo mucho menos oscurantista y mucho más sencillo.
Para empezar, fuentes en el Ministerio de Seguridad provincial niegan haber enviado el supuesto parte.Infobae visitó el vecindario hoy al mediodía. Un joven de 16 años asegura haber visto a Federico durante la explosión: la supuesta bomba no era más que un matafuego. "Era un matafuego, te lo digo desde ya", afirma el joven. "Federico estaba dándole con un clavo al pico, no sé cómo, y pum, voló. Por ahí lo quería abrir, no sé que se le metió en la cabeza al chabón, fue el hijo de 13 el que lo descubrió", agregó.
El parte informativo también habla con nombre, apellido y DNI de una tal Gisela como supuesta esposa de Federico, madre de sus dos hijos. Una mujer, enfurecida, afirmó frente a la casa del docente: "Gisela soy yo, tengo nueve hijos y ninguno de ese tipo. No tengo nada que ver. Me están ensuciando. Siempre tuve problemas con Federico, ya fui a la fiscalía a declarar". El marido mismo de Gisela fue quien acompañó a Federico en la ambulancia, bañado en sangre.
El fiscal Magaz, por su parte, ya cuenta con información en su expediente. Fuentes cercanas a la causa aseguran sin dudar: "Lo que explotó es un matafuego". Un informe que consta en la causa asegura que el docente sufrió una "lesión traumática compatible con explosión", pero sin marcas de deflagración o quemaduras compatibles con un estallido de pólvora. Por otra parte, las mismas fuentes niegan que en casa del docente –que tendría antecedentes por diversos delitos como hurtos, usurpación y resistencia a la autoridad- se hubiese encontrado material de propaganda anarquista o siquiera referente a Santiago Maldonado y la lucha mapuche. Sus vecinos aseguran que no participaba de ninguna organización: "El tipo estaba asqueado de todo", asegura un viejo conocido.
De todas formas, el matafuegos que explotó será peritado por la Policía Científica en La Plata este viernes. Magaz ya pidió información al INTI sobre el modelo del extintor y sus posibilidades de explotar.