El mejor régimen
La idea de régimen es mucho más circunscrita que la de gobierno. Por régimen se entiende la forma jurídica que adoptan las naciones para gobernarse. La palabra régimen tiene un valor humano e histórico.
Santo Tomás, al hablar de los varios regímenes, sigue hablando como filósofo, pero ha descendido de las regiones de la metafísica pura e induce de la vida las leyes psicológicas y morales, constantes en la historia, a que está sometida la humanidad caída. La inducción, en efecto, interviene primordialmente en la fórmulación de las conclusiones a que el Santo llega.
Situado en esa zona media, el Aquinatense reduce a tres los tipos puros posibles de regímenes políticos: monarquía, aristocracia y democracia. Gobierno de uno; gobierno de pocos; gobierno de muchos, moralmente de todos.
Pobre y superficial puede parecer a primera vista la clasificación. El lector hará bien en suspender su juicio hasta haber terminado la lectura del folleto.
Santo Tomás examina agudamente el valor de cada una de estas tres formas según su principio formal, y concluye, como ley general aplicable a todo pueblo y en todas las épocas, que el mejor régimen es el mixto, es decir, aquel en que entran elementos de la monarquía, de la aristocracia y de la democracia.
Tal fué, dice, la forma de gobierno del pueblo escogido ( Summa Theologiae, 1-2 q. 105 a. 1 c).
Característica y valor
Cada forma aporta un bien específico a la colectividad. La monarquía garantiza la unidad social. La aristocracia, la virtud y la competencia del gobierno. La democracia, la libertad del pueblo, la satisfacción interior y la adhesión al régimen.