Los elementos religiosos del peronismo (22°parte): Dios es peronista

"DIOS ES PERONISTA"


La significación política

Las fiestas máximas del santoral peronista son el antes referido Día de la Lealtad, en conmemoración del 17 de octubre de 1945, fecha que marca la irrupción del movimiento en la escena política nacional, y el Día del Trabajo, celebrado el 1° de mayo a nivel internacional. Finalmente, se sumó el Día del Renunciamiento, en homenaje a la actitud de Evita de declinar la candidatura a la vicepresidencia de la Nación, tal como lo impulsaban los sindicatos organizados en la Confederación General del Trabajo (C.G.T.). La celebración del Día del Trabajo tiene un origen martirial, que debe buscarse en la ejecución de dirigentes sindicales norteamericanos en Chicago, el 1° de mayo de 1886, condenados tras un dudoso proceso. La Unión Soviética, durante su período hegemónico, convirtió la celebración en una exhibición de poder mediante la realización de una parada militar. Durante el nacional-socialismo la fecha fue presentada como una fiesta de carácter predominantemente político más que social.


En el día de los trabajadores, Perón dirigía un mensaje al pueblo, exaltando el carácter social del régimen y su movimiento, del cual siempre gustaba subrayar que el sindicalismo era su columna vertebral. Múltiples actos públicos se celebraban en todo el país, con elección de la Reina del Trabajo, coronada por las más altas autoridades y paseada con honores y solemnidades, incluyendo una escolta de trabajadores.


Fundada simbólicamente el 17 de octubre, (al punto que se ignoró cualquier precedente), constituyó una suerte de ritual a través del cual el régimen reafirmaba su legitimidad dos o tres veces por año.


Lo cierto es que, en la perspectiva ideológica peronista, se tendía a subordinar el significado religioso al político, como se ha advertido en relación al 17 de octubre. Mas aún, se trataba, en realidad, de la institución de una propia y verdadera "misa peronista":


Bombos, descamisados, racimos humanos: se diría que el pueblo tenía conciencia de estar inaugurando un ritual, una ceremonia teatral y religiosa en donde pudiera reconocerse, inventando de una vez por todas los signos de connivencia que año tras año, mientras duró el peronismo, le servirían para celebrar su misa.


Finalmente, ¿Cuál era el significado político del ritual? El más importante es la constitución de la identidad política, que no se conforma con el solo hecho de recibir el regalo de una máquina de coser o una botella de sidra. En segundo lugar, la plaza era el ámbito de adoctrinamiento donde Perón -como el Santo Padre en Piazza San Pietro- ocupaba la cátedra de su magisterio político en la plenitud de su realeza.


En este último período la retórica peronista estuvo saturada de elementos religiosos. El peronismo necesitaba "apóstoles" para "predicar" su doctrina, a la que Perón resumió en sus "veinte verdades fundamentales del justicialismo", que leyó a la multitud el 17 de octubre de 1954. Democracia caracterizaba al 17 de octubre como "una misa laica", mientras repetía que "Dios es peronista". 

Las conclusiones de este autor muestran cómo el ritual político revistió un significación de primera magnitud en el desarrollo del peronismo como una nueva religión política.

Hacia el final del régimen peronista, el proceso que había comenzado en 1946 estaba completo. El Primero de Mayo y el 17 de Octubre ya no eran festividades populares, sino celebraciones altamente ritualizadas organizadas enteramente por el Estado.

Al manipular los símbolos y establecer rituales, Perón fue capaz de reforzar su imagen como líder carismático. Los rituales políticos eran momentos en los cuales Perón podía colocarse a si mismo y a los símbolos asociados a su persona y al movimiento en el centro de los eventos. Mientras tanto, la propaganda oficial peronista presentaba una visión del pasado y una interpretación de los hechos consistente en el imaginario del régimen. Perón también usaba los rituales para recrear periódicamente la base mítica de la legitimidad del régimen: el contacto directo con el pueblo.