LIDERAZGO Y GESTIÓN EN TIEMPOS DE CRISIS (GRAL. BRIG. HERIBERTO J. AUEL)

GRAL. BRIG. HERIBERTO JUSTO AUEL

UNA VIDA AL SERVICIO DE DIOS Y DE LA PATRIA

UNA DE LOS PROFESIONALES MÁS CAPACITADOS EN DEFENSA Y ESTRATEGIA DE ARGENTINA



1.Conceptualización política de crisis, liderazgo y gestión de crisis

El prestigioso analista del IEEE Dr. Aznar Fernández-Montesinos ha publicado recientemente un trabajo titulado “COVID-19, Reflexiones sobre el liderazgo y la gestión global de la crisis”, en homenaje al Grl Médico D. Juan Rey Nava, fallecido a causa del coronavirus. La lectura del ensayo -pensado para la UE- nos ha llevado a reflexionar sobre este tema, pero pensando en nuestra región y nuestro país, que vive graves crisis longevas y superpuestas, sin liderazgos y sin gestión para lograr su resolución. La crisis del virus está actuando hoy como fuerte catalizador de las crisis históricas.
Si recurrimos al diccionario (1) nos encontraremos con que la palabra crisis es de origen médico, pero su uso se extiende coloquialmente a un gran número de aplicaciones que, cuando se aproximan a las ciencias sociales deben entenderse como “momento decisivo de operaciones graves, de consecuencias importantes” y el analista español subraya que la crisis conlleva un “cambio brusco y la decisión de restituir la situación a las condiciones previas, en el más breve plazo, a través de la gestión”. 
La gravedad ínsita en el concepto crisis nos debería obligar a pensar en impedirlas. Prever para no llegar a ellas. Ello exigiría planificar y eso es lo que los argentinos no hacemos por carencia de visión estratégica. Su consecuencia directa es la improvisación permanente y así las crisis -como situaciones excepcionales- para nosotros son constantes y endémicas, pues no se gestionan y -consecuentemente- nos llevan a una profunda y creciente decadencia.
Si recurrimos nuevamente al diccionario (2) encontraremos que decadencia -como corolario de nuestras crisis ya seculares, constantes y de diversa naturaleza- es “la disminución de poder, de riqueza, de ascendiente; es la declinación, el menoscabo, el principio de debilidad o de ruina y la pérdida de fama y de prestigio”. Es por ello por lo que -en nuestros trabajos del IEEBA- normalmente citamos crisis-decadencia cuando nos referimos a la situación político-estratégica (3) (4) que nos determina, en particular cuando tratamos temas referidos al eje de la tarea que nos hemos impuesto: la recuperación de la Seguridad Estratégica de nuestra Argentina (5).
Las crisis -y más aún cuando además de obedecer a imponderables, son imprevistas- ocurren en un ambiente de gran incertidumbre, que requieren decisiones en cortos plazos ante el riesgo de su escalada. Siempre son acompañadas por otras crisis, las de información a la opinión pública, que normalmente superan en importancia a la original. Cuando la comunicación está en manos inexpertas o aviesas, la derivación de la crisis se hace peligrosa. Por ello los Estados de países cultos y desarrollados cuentan con excelentes y sanos equipos de “seguimiento, control y administración de crisis”. 
En 1984, en el EMCFFAA bajo el comando del Tte Grl Fernández Torres, desarrollamos con pleno éxito un curso para la formación de especialistas que formarían parte de la sala de situación C4I, en paralelo con la transformación estructural de la Seguridad Nacional, que nos permitía capitalizar las experiencias obtenidas en las dos guerras vividas recientemente.
En 1985, con un nuevo Ministro de Defensa y el relevo del Jefe del EMC, todos los enormes avances realizados fueron borrados de un plumazo e ingresamos a la grave situación que hoy somatiza el país, la flagrante Inseguridad Nacional.

En abril de 1987 se produjo el levantamiento de Semana Santa. Por diversas circunstancias, el Cdo de la Br I Mec XI -Río Gallegos- recibió de las partes en conflicto la posibilidad de conducir la gestión de la crisis institucional. El JEM/Br XI organizó un equipo de “administración de crisis” que logró -en pocas horas- el acuerdo: las leyes del punto final y de obediencia debida, en quince días. Tres de los negociadores delegados ya han fallecido: Monseñor Medina, Tcnl Vila Melo y Dr Facundo Suárez. Aun vive el cuarto negociador, Dr. Jaunarena. La “pacificación social” estaba asegurada. La gestión de crisis fue eficaz.
Aquel logro -que cerraba la mayor grieta social de la Argentina en crisis/decadencia– fue eliminado seis años después -2003- por el Congreso Nacional, al “anular” -irregularmente- a ambas leyes, irregularidad que convalidó vergonzosamente la Corte Suprema de Justicia en 2005.
La comunicación a la opinión pública de la “crisis de Semana Santa” fue conducida por quienes deseaban verla escalar a “golpe de estado”, aunque la Justicia la definió luego como motín. Paradójicamente, gran parte de quienes la veían como golpe de estado -negando el logro de la pacificación nacional- están hoy sentenciados a prisión perpetua por las leyes “anuladas” y quienes se amotinaron están en libertad. Se reabrió la grieta y el paìs regresó al aun hoy no percibido “estado de guerra” (3).
Cada vez que la Argentina intentó superar sus crisis, para cerrar sus heridas y continuar progresando, hubo quienes anularon esos esfuerzos. Algunos a sabiendas, otros por causa de resentimientos, compromisos, conveniencias personales o estupidez. Es lo que sigue ocurriendo, cabalgando falacias ya establecidas como postulados . La pseudo-revolución neo-marxista tiene en esos sectores sociales transversales, a su masa crítica (6). La Argentina transculturizada -y por ello contractiva- y torpe, se niega a ingresar a la civilización del siglo XXI, cualitativamente distinta.




2.Los liderazgos hijos de las crisis



Hemos escuchado variados comentarios acerca del buen manejo de la primera etapa de la crisis del Covid-19 por parte de Tartufo -gracias a la temprana apertura de la cuarentena  aprovechando la experiencia china y europea-, este acierto le permitiría asumir -momentáneamente- el liderazgo del gobierno bicéfalo, se decía.

Había partido de una total ausencia de credibilidad y confianza por el cambio de frente que realizó como candidato, en el término de días. Las encuestas posvirus mostraban su ascenso, superando en algunos casos a su mandante. Terminada la cuarentena sobrevendrá la etapa económica, con una descomunal estanflación que nos impulsará a una inevitable y dramática etapa política.


En medio de una dinámica situación, su frágil liderazgo -asentado en hechos emergentes de la crisis inicial- dependerá exclusivamente de los nuevos acontecimientos y del manejo de la información. Suponemos que Ella intentará liderar esas etapas. Ya lo está haciendo. Ha tomado la conducción de la negociación de la deuda por una vía paralela: Fondo Black Rock/Larry Flyn y Vista Oil/Miguel Galuccio (7). Guzmán lo sabe. Su jefe, Joseph Stiglitz fue contratado por Ella.


Esta negociación de la deuda -que ocupa gran espacio informativo detrás del correspondiente a la pandemia- está acompañada por una infinidad de posicionamientos en cargos claves de instituciones que facilitan pavimentar el camino hacia un “capitalismo de estado”, al estilo chino.


Las movidas más significativas han sido: Raverta a la ANSES; Carbajal a la Secretaria de Combustibles; la compra de “Analogías”; la intención de estatización de teléfonos, TV cable e Internet para el control de las comunicaciones; la intervención en el mercado de cambios y en el mercado de granos; la propuesta de Heller/Máximo para nuevo impuesto a la riqueza, etc., etc…


En plena cuarentena se han activado -diariamente- las “movilizaciones sociales”. Paradójicamente, mientras el gobernador de la Pcia de Buenos Aires quiere impedir los accesos hacia la CABA porque entiende que es un foco de expansión del virus, organizaciones de su partido traen desde el conurbano a la capital las columnas de protestas, haciendo ejercicio revolucionario -permanentemente- y vulnerando todos los protocolos sanitarios nacionales, provinciales y municipales.


En otro frente, no menos trascendente, se han reiniciado las agresiones del “indigenismo radical” sobre las propiedades privadas en la Pcia de Río Negro, mientras el Estado Nacional mira hacia otra parte. Este aparente delito común tiene una enorme trascendencia estratégica, pues esta violenta agresión está conducida teleológicamente por el FSP -que acaba de reunirse con la representación de Tartufo- y tácticamente por las FARC colombianas (8).


Quienes lleven al día la carta de situación estratégica nacional, tienen sobrados indicios para elaborar los supuestos que apuntalen las hipótesis situacionales de las dos próximas etapas -la económica y la política- de la “crisis del virus”. Suponemos que el Instituto Patria ya debe tener elaborado el esquema del nuevo “relato”. a difuminar cuando sea oportuno. Es la comunicación que acompañarìa a una eventual y exitosa salida de la crisis de virus. Esa narrativa impulsará la creación del un falaz liderazgo político que capitalizaría a la eventual victoria sobre el virus para facilitar el logro de los objetivos revolucionarios impuestos por el FSP. 


La crisis del coronavirus ha puesto en superficie -con toda claridad- la ausencia de liderazgos internacionales sólidos, a la altura de los graves problemas internacionales preexistentes, hoy muy agravados por las cuarentenas. Entre nosotros, la crisis del Covid19 ha conmovido y acelerado la crisis-decadencia histórica de la Argentina y en lo que hace a los liderazgos nacionales ha puesto en superficie la ilegitimidad y fragilidad de los falsos liderazgos, sus graves carencias -ya inocultables- y, por sobre todo, la hipocresía de los actores de la gran farsa.

No podemos dejar de anotar aquí la “operación” que el -ingeniero agrónomo- ministro de defensa, al amparo del cerrado banco de niebla, anunció en una resolución del 19 May para la creación de una “Comisión de Análisis y Redacción de las Leyes de Personal Militar y de Restructuración de las FFAA”. 


De la lectura de la resolución surge con claridad que el resultado del trabajo de esta “comisión” agravará -seguramente a un alto costo- la situación actual de total Inseguridad Nacional. Los fundamentos de esta rotunda afirmación surgen de la vergonzosa situación que vivimos desde 1988/91, cuando se aprobó la perversa legislación vigente. Por la forma en que se organizará la “comisión”, podemos anticipar que no incluye a un solo polemólogo o estratega contemporáneo. Idoneidad no habrá.


La Argentina es el único país en el mundo que ha dividido a la Seguridad Nacional en “interna” y “externa”. El resto del orbe reconoce nuevas amenazas y riesgos estratégicos, a cargo de las FFAA y delitos comunes que afectan a la seguridad pública, a cargo de la Justicia y sus auxiliares policiales, si bien también se reconoce -desde la posguerra fría (1989/1991)- que ambas categorías se han incardinado. Esa es la razón de nuestra antigua propuesta para unificar orgánicamente a la seguridad en un Ministerio de Seguridad Nacional, con dos secretarias, la de Defensa Nacional y la de Seguridad Pública y de la actualización de la legislación correspondiente.


Los KK hicieron lo inverso: crearon el Ministerio de Seguridad Interior que ignora qué hacer cuando se le presentan los nuevos desafíos estratégicos. Además -y no es un dato menor- Ella en su tercer gobierno le entregó su conducción al CELS -es decir, al Perro- a través de una antropóloga de triste figura. Nuestro territorio es “zona liberada” para la revolución.

Las leyes que deben ser subrogadas -cuanto antes- son las de Defensa Nacional y su derivada, la de Seguridad Interior y no las previstas en la resolución del ingeniero. Ambas impiden el planeamiento estratégico militar conjunto-combinado de las amenazas reales y perceptuales y les dejan a las FFAA -como su misión más importante- la ponderada “distribución del rancho”, en las villas.


Maquiavelo -1469/1527- expresaba en El Príncipe que “El fin es el que determina qué medios”. El ingeniero agrónomo pretende “reestructurar” a las FFAA, pero no se sabe “para qué”.  


Las FFAA son un medio institucional para un fin determinado en la Constitución Nacional: la Seguridad Nacional. La Defensa Civil es otra cosa.


El concepto que encierra la sentencia de Aznar Fernández Montesinos -que encabeza este trabajo- “Sin gobernanza global no cabe afrontar un problema que ha acreditado que lo es”, para gran parte de nuestros dirigentes, no existe.

Deambulan alegremente a contramano con la soberbia propia de su incultura y de sus carencias de idoneidad. Nos consideran “bobos” que no percibimos lo que ocurre. Hace unos días, desde la “vidriera irrespetuosa” del rusito recibimos un mensaje encriptado de Ella,  expresado ante el propio Tartufo y un grupo de obreros, que en buen criollo podría traducirse así: “con el virus, todo cambió y ello incluye la vigencia de la Constitución. Ya les habíamos anticipado que íbamos por todo”. Roguemos a Dios que no terminemos como lo hace el tango Chorra del visionario Discépolo: “Lo que más bronca me da, es haber sido tan gil” (9).

El ordenamiento global surgido de la GM II pareciera paralizado por el virus. No aparecen De Gásperi, Schuman o Roosevelt, que además de liderar la crisis mundial, asumieron resueltamente la poscrisis. La UE en la práctica desapareció y el Norte europeo pareciera que hizo mejor las cosas. En Iberoamérica emergieron crudamente las individualidades, como ocurrió en 1982.


La llegada del virus transparentó las falacias y desnudó a los falsos líderes -que aspiran permanecer en cuarentenas extendidas- pues no encuentran un nuevo vestuario para cubrirse. ¿Cómo hará Tartufo -en la profundidad de la estanflación- para reconstruir una mínima parte de su credibilidad (10) que le permita conducir un ciclópeo esfuerzo de reconstrucción? ¿Cómo lo hará si gran parte de su gabinete responde a otro mando? Los hechos y la incertidumbre -creados por Ella- encuentran cauce para un probable relevo. PERO ANTES DEBERA LOGRAR EL OBJETIVO DEL CONTRATO: LA ABSOLUCIÒN DE ELLA. 


La reforma judicial ya está encaminada. Día a día hay avances. Una “comisión” deberá obtener nuevos Jueces -de Ella- en la Corte Suprema. La “intervención” en Comodoro Py tiene similar urgencia -y es un hecho- acompañada por la seguridad de contar con mayoría -de Ella- en el Consejo de la Magistratura.

3.En conclusión

La llegada de la crisis del Covid-19 no ha sido imprevista ni imponderable. Ha sido un fallo de liderazgo, derivado de un largo proceso de transculturación de Occidente y de una actitud generalizada que se evidencia en las limitaciones de un modelo estratificado, desde la GM II. No existen mecanismos adecuados de concertación internacional. Hay un perceptible vacío de poder, a nivel global, que afecta a nuestra región en “estado de guerra revolucionaria” conducido por el PC cubano desde 1959, frente a liderazgos nacionales débiles, comprometidos o falaces. Los sectores sanos de las ciudadanías nacionales deberían encontrar en esta oportunidad critica, su retardada redención, con liderazgos genuinos.

  • Marino español. Dr. En Ciencias Políticas y Sociología.

 

CITAS:

 

(1). Diccionario Enciclopédico Salvat. T. IV. Ed. Orinoco. 1957.

(2). Diccionario Enciclopédico Salvat. T. V. Ed. Orinoco. 1957.

(3). H. J. Auel. “La larga guerra civil argentina y el actual estado de guerra civil revolucionario”. Jul 13. www.ieeba.org

(4). H. J. Auel. “El narcoterrorismo, el estado nacional, la democracia y las FF.AA.” 26 Abr 14. www.ieeba.org

(5). H. J. Auel. “La Cultura y la Civilización. La Guerra: continuidad y cambio”. Dic 01. www.ieeba.org

(6). H. J. Auel. “Detrás de un cerrado banco de niebla”. Abr 20. www.ieeba.org

(7) Informe Pagni “Deuda: muy cerca de un acuerdo” 20 May 20. Cuadrodesituacion.com.ar 

(8). H. J- Auel. “La escalada en la guerra mundial contraterrorista global y su repercusión en Iberoamérica”. Ene 20. www.ieeba.org

(9). E. S. Discépolo. Letra y música del Tango “Chorra”. 1928.

(10) H. J. Auel. “Alberto Àngel “Tartufo” Fernández candidato del Foro de San Pablo”.10 Ago 20. www.ieeba.org