En el decreto, publicado el 3 de noviembre, Mons. Óscar Sarlinga determinó que “los sacerdotes de la ‘Fraternidad Sacerdotal San Pío X’ no deben celebrar en iglesias, oratorios y otros lugares de culto católicos en nuestra diócesis de Zárate-Campana”.
“Tampoco les es lícito ofrecer o dispensar a los fieles católicos la celebración de los otros sacramentos, incluidos la reconciliación y la celebración de matrimonios los cuales últimos, en estos casos, serían además inválidos, en razón de no contar con las facultades que se requieren”.
Mons. Sarlinga señaló además que “no es lícito a los fieles católicos participar de la celebración de la misa en estas condiciones, ni requerir ni recibir sacramentos por parte de los sacerdotes de la citada ‘Fraternidad Fraternidad Sacerdotal San Pío X’, incluso en lugares privados tomados como lugares de culto, sin excluir, en caso de pertinacia, también las penas ferendae sententiae que puedan aplicarse, con el espíritu eclesial y de tutela de los fieles”.
Mons. Sarlinga advirtió que “en su estado canónico actual” los lefebvristas “no ejercen ministerios legítimos en la Iglesia Católica”.
“Ya al respecto el Santo Padre Benedicto XVI lo había advertido en la ‘Carta de Su Santidad a los obispos de la Iglesia Católica sobre la remisión de la excomunión de los cuatro obispos consagrados por el arzobispo Lefebvre’ cuando afirmó: ‘El hecho de que la Fraternidad San Pío X no posea una posición canónica en la Iglesia, no se basa al fin y al cabo en razones disciplinares sino doctrinales. Hasta que la Fraternidad no tenga una posición canónica en la Iglesia, tampoco sus ministros ejercen ministerios legítimos en la Iglesia’”.
El Prelado precisó además que no se puede poner en la misma situación que los lefebvristas a los fieles y sacerdotes que “se acogen conforme a las normas del derecho a la forma extraordinaria del rito romano, de la carta de S.S. Benedicto XVI dada motu proprio ‘Sumorum Pontificum’”.
Mons. Sarlinga advirtió que “la inobservancia de la comunión” con la Iglesia, al hacerse consciente y pertinazmente, puede convertirse en rompimiento de la comunión, engendrando en “la división conocida como cisma”.
Quienes incurren en cisma, indicó el Obispo, de acuerdo al Código de Derecho Canónico, se ponen “fuera de la comunión” de la Iglesia.
En caso de romper con la comunión eclesiástica por estos motivos, indicó Mons. Sarlinga, para que los fieles sean readmitidos en la Iglesia “se requerirá un itinerario personal de reconciliación (y eventualmente de levantamiento de la censura canónica), según la disciplina aconsejada por la Santa Sede y la propia establecida por el obispo diocesano”.
Para leer el texto completo del decreto emitido por Mons. Óscar Salringa, puede ingresar a: http://obispadodezaratecampana.org/?p=7741
No es lícito a los fieles católicos participar en misa lefebvrista, advierten (aciprensa.com)
