1. La familia católica asiste junta a la Eucaristía. Para el autor la Eucaristía es la fuente del amor y de la intimidad que las familias católicas deben vivir y celebrar. Ir a Misa juntos el domingo y las fiestas de guardar, así como confesarse regularmente, es vivir una vida familiar eucarística.
2. La familia católica reza en común. La familia católica está llamada -dice Popcak-a amarse unos a otros con el amor que proviene del corazón de Dios. Y solamente se puede lograr esto si se le pide juntos a Dios que nos enseñe el camino para lograr ese amor.
3. La familia católica está llamada a proteger la intimidad. De lo más importante de la familia cristiana es que está llamada a la comunidad íntima, a la comunión del servicio, lo que es la verdadera escuela de amor, donde se aprende cómo Dios nos ama con todo su Corazón y cómo hacerlo con el prójimo más próximo.
4. La familia católica pone a la familia primero. Porque nuestra familia es la comunidad que primero Dios nos donó para relacionarnos con el mundo, creamos y protegemos los rituales familiares y nuestras actividades familiares como las más importantes actividades que realizamos durante la semana.
5. La familia católica es testigo y signo. Reconocemos que Dios quiere cambiar al mundo, transformarlo en el amor, a partir de la familia. Por eso, la familia católica -termina diciendo el especialista-participa en ese plan de dos maneras: siendo testigos del amor y de la alegría y llevándolo a la comunidad, practicando las obras de caridad que Jesucristo nos enseñó a practicar con los más pobres y necesitados.