El FSLN se quita oficialmente la careta de demócrata
La concepción mesiánica y apocalíptica del FSLN lo ha inducido a imponernos el comunismo en Nicaragua, a la fuerza y a cualquier costo, aunque sea en contra de la conciencia, costumbres, deseos, sentimientos y creencias religiosas de los nicaragüenses. El Comandante de la Revolución, miembro de la Dirección Nacional del FSLN, Jaime Wheelock Román, con preciso sentido holocáustico nos lo advirtió así: «O habrá Nicaragua sandinista y revolucionaria, o no habrá Nicaragua». Más claro no canta un gallo.
¿Y qué significa ser sandinista y revolucionario, para el FSLN? Pues, sencillamente significa para ellos, y para todo el mundo también, ser marxista-leninista, ser comunista. El Comandante de la Revolución, miembro de la Dirección Nacional del FSLN, Humberto Ortega Saavedra, con meridiana claridad y sin rubor quitó totalmente la careta de demócrata al Partido FSLN y mostró su desnuda cara totalitarista marxista-leninista cuando hablando ante un grupo de Oficiales Militares en ocasión de su graduación el 25 de Agosto de 1981 dijo a ellos, a nosotros y al mundo:
La concepción mesiánica y apocalíptica del FSLN lo ha inducido a imponernos el comunismo en Nicaragua, a la fuerza y a cualquier costo, aunque sea en contra de la conciencia, costumbres, deseos, sentimientos y creencias religiosas de los nicaragüenses. El Comandante de la Revolución, miembro de la Dirección Nacional del FSLN, Jaime Wheelock Román, con preciso sentido holocáustico nos lo advirtió así: «O habrá Nicaragua sandinista y revolucionaria, o no habrá Nicaragua». Más claro no canta un gallo.
¿Y qué significa ser sandinista y revolucionario, para el FSLN? Pues, sencillamente significa para ellos, y para todo el mundo también, ser marxista-leninista, ser comunista. El Comandante de la Revolución, miembro de la Dirección Nacional del FSLN, Humberto Ortega Saavedra, con meridiana claridad y sin rubor quitó totalmente la careta de demócrata al Partido FSLN y mostró su desnuda cara totalitarista marxista-leninista cuando hablando ante un grupo de Oficiales Militares en ocasión de su graduación el 25 de Agosto de 1981 dijo a ellos, a nosotros y al mundo:
"Por eso no vamos a llamarnos a engaño, nuestra Revolución tiene un carácter profundamente anti-imperialista, profundamente revolucionaria, profundamente clasista, somos anti-yanqui, estamos contra la burguesía, nos inspiramos en las tradiciones históricas de nuestro pueblo, nos inspiramos en el sandinismo que es la más hermosa tradición de este pueblo desarrollada por Carlos Fonseca, nos guiamos por la doctrina científica de la Revolución, pro el Marxismo-Leninismo.
Decíamos que el Marxismo-Leninismo es la doctrina científica que guía nuestra Revolución, el instrumento del análisis de nuestra Vanguardia para entender su proceso histórico y para hacer la Revolución; el sandinismo es la expresión concreta del desarrollo histórico de la lucha en Nicaragua, sin sandinismo no podemos ser marxistas-leninistas y el sandinismo sin marxismo-leninismo no puede ser revolucionario, por eso van indisolublemente unidos y por eso nuestra fuerza moral es el sandinismo, nuestra fuerza política es el sandinismo y nuestra doctrina es el marxismo-leninismo".12
Bueno, estamos claros pues, que el FSLN es marxista-leninista; que el sandinismo de los nueve comandantes, que es el mismo de Carlos Fonseca Amador, es marxista-leninista; que el ser sandinista y revolucionario, para ellos, significa ser marxista-leninista; que la Revolución del FSLN, es marxista-leninista. Con todos estos nombres –FSLN, sandinismo, revolución, revolucionario– la auto llamada vanguardia define o disfraza la misma cosa: marxismo-leninimo, o sea, comunismo. Esto es lo que el Comandante Humberto Ortega nos dijo con meridiana claridad y precisión –sin equívocos.
El fsln es comunista: ¡y qué!
El hecho que el FSLN sea marxista-leninista ya lo conoce y acepta todo el mundo, tanto los nicaragüenses como la comunidad internacional. Ya no existe para nadie la menor duda. Hace un par de años, tratando de presentar pruebas y argumentos de que el FSLN es y ha sido siempre comunista a un visitante y escéptico congresista norteamericano, notamos que en este asunto andaba tan perdido como el hijo de Lindberg. El congresista era de aquellos que abundan y que quizás aún confunden a Nicaragua con Nigeria y cuyos conocimientos en asuntos exteriores los adquieren en la escuela de turista de México y con la lectura del Washington Post y del New York Times, pero que después de una fugaz visita de cinco horas a Managua regresan a los USA como expertos en asuntos centroamericanos, y quizás hasta latinoamericanos, toman grandes decisiones y hasta escriben libros o hasta son escogidos, por esta experiencias, como candidatos a la vicepresidencia. Pero, al poco rato de argumentar, el congresista nos aceptó los argumentos y reconoció que el FSLN es marxista-leninista. Sin embargo, dijo: ¿y qué? –como queriendo preguntar: ¿qué tiene de malo ser marxista-leninista?
Para poder defender la causa de la libertad, de la democracia, y poder evitar el peligro totalitario marxista-leninista, es absolutamente necesario conocer con precisión su propia ideología. No hay sustituto para el conocimiento. La ignorancia daña y paraliza. Las mejores intenciones, aún aliados a los más sinceros motivos, son ineficaces si no se cuenta también con el conocimiento apropiado.
Ya conocemos, ya reconocemos, que el FSLN es marxista-leninista. Ya no queda pues la menor duda. Ahora debemos estudiar y conocer la ideología marxista-leninista. Conociendo la ideología marxista-leninista lograremos conocer el negro futuro que le depara al nicaragüense, y al centroamericano, si logra el FSLN consolidar e imponer el comunismo en Nicaragua. Los que conocen la ideología y métodos comunistas así como los que ya sienten el agobiante peso del aún incompleto sistema totalitario comunista en Nicaragua, corean en publico o susurran en privado, según sea su valentía: «Democracia sí, comunismo no»
Fuente: https://www.enriquebolanos.org/articulo/verdadera-cara-fsln