¿Vieron esos candidatos a presidente que nadie conoce ni votará?
Bueno, se presentan solo porque tienen un sello de goma y para robar con la impresión de boletas.
¿Cómo? Así:
El Estado tiene que pagar a cada partido (en realidad, gracias a Elisa Carrió, a cada línea interna de cada partido en las PASO), la impresión de una cantidad de boletas igual a la cantidad de votantes del padrón electoral.
Pero... los partidos no tienen que entregar todas.
Entonces, así se hace el curro:
1) Se imprime un 10% de las boletas reales.
2) El imprentero factura la impresión del 100%. 90% de ganancias.
3) El partido le manda la mitad de las boletas impresas (5%) a la Justicia Electoral para que las reparta junto con los materiales de cada mesa.
4) El otro 5% lo reparten entre los poquitos fiscales que tengan por ahí, o en puestos callejeros, para caretearla un poco.
5) Y así, de 35.394.425 boletas que paga el Estado, el partido trucho solo imprime un 10% y el resto es todo ganancia. Sí, el costo de la impresión de 35 millones de boletas.