Massa se endeudó por más de US$ 2.600 millones con el régimen chino para pagarle una cuota al FMI
El último pago al Fondo Monetario se efectuó mediante el uso del swap negociado con la dictadura de Xi Jinping. Massa sigue profundizando el endeudamiento con China, a una tasa de interés más elevada que la que aplica el FMI y con cláusulas secretas que la sociedad argentina desconoce
El gobierno encabezado por Sergio Massa acordó abonar los más recientes vencimientos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) correspondientes al mes de octubre en un solo pago por US$ 2.600 millones, incluyendo intereses y reembolsos de capital.
El mes de octubre contaba con 3 vencimientos: el más grande por US$ 1.280 millones, otro por US$ 640 millones, y un tercero por US$ 673 millones, en orden cronológico. Massa prefirió postergar todos los pagos hasta la última semana de octubre, a fin de poder utilizar la máxima cantidad de reservas posibles en intervenir el dólar para posicionarse mejor en las elecciones.
Pero Massa no utilizó ningún dólar propio, ya que las reservas netas del Banco Central representan un rojo de por lo menos US$ 10.000 millones. Por el contrario, Massa recurrió a un brutal endeudamiento con el régimen de Xi Jinping para poder evitar el default con el FMI.
El Gobierno se valió de la ampliación del swap con el Banco Popular de China, cambiando una tasa “baja” del Fondo por una “tasa” alta del Partido Comunista Chino, por lo que la deuda neta de Argentina, contando capital más intereses, se incrementó.
Una parte del pago se canceló utilizando toda la posición de Derechos Especiales de Giro (DEGs) que aún quedaban en el Banco Central, y para afrontar el monto restante se utilizaron los yuanes del préstamo con China (una moneda dentro de la canasta que acepta el Fondo Monetario).
Con esta maniobra, el Gobierno lo único que hizo fue canjear la deuda del FMI por la deuda de China, con el agravante de que el régimen chino cobra una tasa de interés sustancialmente mayor a la que establece el Fondo Monetario.
Lo más preocupante de esta operación es que las cláusulas de endeudamiento implícitas en el swap chino son confidenciales, y no están a la vista de la sociedad argentina. No se sabe con exactitud a qué tasa se adquieren los préstamos, ni tampoco las condiciones específicas que estableció China para firmar el acuerdo. El kirchnerismo endeudó al país firmando un acuerdo poco transparente con un régimen totalitario.
Por el contrario, los términos del acuerdo con el FMI son abiertamente transparentes y cualquiera puede acceder a conocerlos tanto en la plataforma del organismo multilateral como en las sucesivas publicaciones del Ministerio de Economía. Todo está a la vista de la sociedad, incluyendo las revisiones que se fueron efectuando desde el lanzamiento del programa original.
El régimen chino se volvió el prestamista de última instancia de la Argentina bajo la tutela de Sergio Massa y el kirchnerismo. El país se sigue endeudando, y solamente cambia de acreedor.
Tras la última ampliación, el swap con China llegó a un total de US$ 11.500 millones de libre disponibilidad, ya sea para intervenir en los mercados cambiarios, para cancelar obligaciones de deuda o para financiar el pago importaciones u otros giros al exterior. El Gobierno podría llegar a consumir la totalidad de los recursos para fin de año, transformándolos instantáneamente en más deuda externa.