Jordán Bruno Genta, una figura clave del nacionalismo católico argentino, tenía una postura muy crítica hacia Juan Domingo Perón y el peronismo. Genta representaba una corriente del nacionalismo católico profundamente tradicionalista y antiliberal, que veía al peronismo como una desviación de los valores fundamentales del catolicismo y del nacionalismo.
Principales críticas de Jordán Bruno Genta hacia Perón y el peronismo:
1. Liberalismo y populismo:
Para Genta, el peronismo representaba una forma de populismo que utilizaba el discurso de la justicia social para manipular a las masas, pero sin una base doctrinaria sólida que estuviera alineada con los principios cristianos. Lo veía como una especie de demagogia, en la que se promovían políticas que parecían responder a las necesidades populares, pero que, en su opinión, eran inconsistentes con los valores cristianos tradicionales y la verdadera idea del bien común.
Aunque Perón promovía ciertos valores sociales y de justicia, Genta consideraba que el peronismo aceptaba ciertos elementos del liberalismo y el materialismo, lo cual, según él, lo alejaba del verdadero espíritu católico y nacionalista.
2. Relación con la Iglesia:
Genta fue testigo de las crecientes tensiones entre el peronismo y la Iglesia Católica, especialmente en la segunda mitad del primer gobierno de Perón (1946-1955). Durante esos años, las políticas peronistas comenzaron a alejarse de la Iglesia, culminando en el conflicto abierto que llevó a la excomunión de Perón y los incidentes violentos de 1955, como la quema de iglesias.
Para Genta, esta confrontación con la Iglesia fue una traición al catolicismo, ya que la fe era un pilar fundamental del nacionalismo católico. La hostilidad del régimen peronista hacia la Iglesia hizo que muchos nacionalistas católicos lo vieran como una amenaza para los valores espirituales y morales de la nación.
3. Culto a la personalidad:
Genta, como muchos otros nacionalistas católicos tradicionales, rechazaba el culto a la personalidad que se había desarrollado alrededor de Perón y Eva Perón. Consideraba que este fenómeno promovía una forma de caudillismo incompatible con los principios cristianos, ya que desplazaba el enfoque de la transcendencia hacia un líder político, algo que muchos católicos tradicionales consideraban idolatría.
En su visión, el liderazgo de Perón no estaba al servicio de una misión trascendental o de los valores cristianos, sino que era una forma de personalismo político, lo cual lo alejaba de la misión más elevada de la patria católica.
4. Influencias ideológicas externas:
Genta también veía con sospecha las influencias ideológicas que, según él, permeaban el peronismo, como el marxismo o el socialismo. A pesar de que el peronismo se distanciaba formalmente de estas corrientes, Genta creía que muchas de sus políticas sociales y económicas eran demasiado similares a las de los movimientos izquierdistas, lo que lo alejaba de un verdadero nacionalismo católico.
Criticaba cualquier forma de materialismo, ya fuera liberal o marxista, y creía que el peronismo, al centrarse demasiado en las cuestiones económicas y materiales, olvidaba los aspectos espirituales y morales que, para él, debían ser el centro de toda acción política.
5. Visión del Estado:
Genta defendía un Estado católico y corporativo, inspirado en las enseñanzas de la Iglesia y en la Doctrina Social, donde las diferentes esferas de la sociedad estuvieran organizadas en un esquema corporativo basado en la colaboración y la armonía social bajo los principios cristianos.
El peronismo, en cambio, promovía un Estado más populista y de movilización de masas, lo que para Genta era peligroso, ya que podía llevar al autoritarismo laico y al control del Estado sobre la Iglesia y la vida espiritual de la nación.
Conclusión
Jordán Bruno Genta y otros nacionalistas católicos críticos veían en el peronismo una desviación de lo que consideraban el auténtico proyecto nacional católico para Argentina. Si bien coincidían en la importancia de la justicia social y de un Estado fuerte, discrepaban profundamente en la forma en que se debía estructurar el poder y la relación del Estado con la Iglesia y la sociedad.
En resumen, Genta rechazaba el peronismo porque lo consideraba una forma de populismo oportunista, que instrumentalizaba los valores católicos y la justicia social para obtener poder, pero que en realidad ponía en peligro los valores tradicionales y la soberanía espiritual del país.
¿ENTENDIERON PERONISTAS?
¿O LOS NACIONALISTAS CATÓLICOS SE LOS TENEMOS QUE VOLVER A REPETIR?