UNA FÉ POLÍTICA
A la hora de buscar ejemplos, quizás uno de los casos más paradigmáticos de una religión política junto al marxismo sea el nacional-socialismo, que exhibe como ya se ha hecho notar una exuberante parafernalia de símbolos operativos de una liturgia política evidentemente muy distinta, aunque con llamativas similitudes con la peronista.
Se puede discutir si el peronismo reúne o no las características estrictas de una ideología. Se ha considerado así que el peronismo no puede ser caracterizado como una "ideología" o, en otros términos, que su continuidad histórica y su coherencia discursiva no reposan en la permanencia de ciertos contenidos que configurarían algo así como la "ideología peronista".
En un examen de los presupuestos ideológicos de la doctrina, la nota de inmanencia está ausente en el planteo principista, si se tiene en cuenta su inicial inspiración socialcristiana. Sin embargo, aparecen también unos contenidos que pueden eventualmente cristalizar en una verdadera ideología que tomaría la forma de una religión política. El peronismo se constituyó en un fenómeno político-religioso. Dos autorizadas voces de nuestra cultura así han querido certificarlo.