Un crimen de guerra es una violación grave del derecho internacional humanitario que se comete durante un conflicto armado, sea internacional o no internacional.
El derecho internacional humanitario es el conjunto de normas que regulan la conducta de las partes beligerantes y protegen a las personas y bienes que no participan o han dejado de participar en las hostilidades. Los crímenes de guerra están definidos en varios tratados y convenios internacionales, como los Convenios de Ginebra de 1949, el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, la Convención sobre los Derechos del Niño, entre otros.
Algunos ejemplos de crímenes de guerra son: el asesinato, la tortura, la violación, el reclutamiento de niños soldados, el uso de armas químicas o biológicas, el ataque a población o edificios civiles, el saqueo, la declaración de guerra sin cuartel, el traslado forzoso de población, la destrucción de bienes culturales, etc.
Los crímenes de guerra pueden ser juzgados por la Corte Penal Internacional, que es el órgano permanente encargado de investigar y procesar a los responsables de estos delitos, o por tribunales nacionales o internacionales especiales, como los que se crearon para juzgar los crímenes cometidos en la ex Yugoslavia, Ruanda o Sierra Leona. Los crímenes de guerra son imputables a las personas individuales que los cometen o los ordenan, no a los Estados u organizaciones.