El libre albedrío católico es la capacidad del ser humano de tomar decisiones morales, guiado por la razón y la gracia de Dios, y de elegir el bien sobre el mal.
La libertad expresada por el liberalismo es la ausencia de coacción externa sobre las acciones y opiniones del individuo, que puede seguir sus propios intereses y preferencias.
Estas dos concepciones de la libertad no son necesariamente opuestas, pero tienen diferentes énfasis y consecuencias.
El libre albedrío católico implica una responsabilidad moral ante Dios y la sociedad, y una búsqueda de la verdad y el bien común.
La libertad liberal implica una autonomía individual y una tolerancia de la diversidad y el pluralismo.
LIBRE ALBEDRÍO: LA LIBERTAD MÁS PERFECTA