El narcoterrorismo y el crimen organizado -las mafias- constituyen actualmente los pilares de sostén del proceso pseudo-revolucionario que conduce el Foro de San Pablo -FSP-: son las principales amenazas estratégicas de Iberoamérica en las primeras décadas del siglo XXI. En Argentina estas amenazas estratégicas están en manos policiales, como meros hechos de seguridad pública.
LA GRAVE INSEGURIDAD NACIONAL, TIENE BASE LEGAL/ILEGAL.
El día 20 de Marzo pasado, en el ámbito de la Academia Argentina de Asuntos Nacionales e Internacionales, desarrollamos muy brevemente -en una conferencia- el tema del epígrafe. Hoy nos disponemos llevarlo al papel a solicitud de Profesores Patagónicos asociados a nuestro Instituto, ostensiblemente preocupados por los acontecimientos terroristas provocados por la RAM -en los últimos años- en el Comahue y las graves promesas formuladas por su jefe ante el juez que hace unas semanas lo extraditó a Chile.
Puede llamar la atención de nuestros lectores que el título se presente como un interrogante. Ello se debe a que la información fragmentada que hemos recogido hasta hoy, acerca del esencial problema de la “reformulación”, nos trae serias dudas en cuanto a su viabilidad, por cuanto existe un condicionante-determinante: “solo se removerá la Reglamentación de la Ley de Defensa” -2006-, obra de la ministro Garré dieciocho años después de la promulgación de la Ley de Defensa -1988- y catorce años después de la promulgación de la Ley de Seguridad Interior -1992-.
Humildemente, pensamos que ello impedirá alcanzar la “reformulación” de la Seguridad Nacional (1). A lo sumo se reducirá el presupuesto y el número de personal, se venderán propiedades y se modificará el despliegue de los elementos. Operaciones cosméticas que encubrirán que “todo sigue como era entonces”: la inseguridad pública y la indefensión estratégica SE AGRAVARÁN. Su base legal seguirá siendo ilegal (2).
La ley de Seguridad Interior fue la ampliación de un artículo de la Ley de Defensa y la tardía Reglamentación de ésta última modificó -en el 2006- su espíritu y su letra, convirtiéndola de hecho en una nueva Ley de Defensa ¡dictada a través de un decreto del PEN!.
Esta grave irregularidad jurídica se sumaba a otras, aun más graves. La Ley de Defensa -de 1988- y la de Seguridad Interior -de 1992- cercenaron los derechos que la Constitución Nacional le otorga a los Cte (s) J FFAA a pesar que -irresponsablemente- hayan sido dos de ellos quienes las promulgaron. Habían pasado incólumes por las Comisiones de Asuntos Constitucionales de ambas Cámaras y ambas Cámaras las aprobaron ¡por unanimidad! (3)
Estos múltiples desatinos anticonstitucionales son una clara demostración de los vientos que soplaban en esos años de nuestras posguerras y de nuestras derrotas estratégicas.
“En estos momentos no podemos hacer otra cosa”, me decían los políticos de las más diversas extracciones, cuando se les señalaba la irracionalidad de la legislación de “inseguridad” que habían elaborado. Eran conscientes de su extravío, excepto aquellos que sí sabían lo que hacían: las FFAA eran extrañadas -como instituciones- del Estado Nacional, por ley. No tendrían verdaderos objetivos a cumplir y por lo tanto, tampoco entregarían valor agregado alguno a la nación, a la que se debían. No habría en adelante reconocimiento social hacia las FFAA.
Eran los autores de estas leyes quienes preguntaban y aun preguntan públicamente: “¿para qué sirven las FFAA”?. Lo que no les fue posible en los combates de los ´60/´70, lo lograron desde 1984 en el Congreso Nacional: las FFAA “residuales”, bajo control civil “subjetivo” (4), ya no serían un obstáculo para el proceso revolucionario iniciado en 1959 y que aun continúa, sin plazos y por otros andariveles.
Así las cosas, el diario La Nación del 06 Mar 17, en su editorial preguntaba: ¿Cómo deberíamos considerar al EI (5), un ente nacido a fines de 2013 y con presencia destructiva hoy en al menos 18 países?. Y responde -sin ser un especialista en el tema el responsable del editorial-: “Deben actualizarse las normas y optimizarse la estructura operativa y el despliegue estratégico de las Fuerzas Armadas para potenciar su capacidad disuasiva mediante equipamiento moderno y organización para respuestas inmediatas y eficaces ante situaciones de amenazas internas y externas”.
Un año después del Editorial de marras, nuestra absoluta inseguridad y total indefensión continúan, como lo demuestran las periódicas mediciones de opinión y la situación que nos aflige. Son -en las últimas décadas- preocupaciones centrales de nuestra población. Sepamos que ambas se originan en la legislación perversa e inédita que nos han dejado los continuadores, admiradores o sumisos representantes de las derrotadas organizaciones armadas de los ´60, ´70 y ´80, desde 1988 hasta hoy, luego de “trastocar” su derrota táctica en victoria estratégica, a fines de 1983.
El martes 13 de Junio de 2006, “Página 12” celebró con júbilo el éxito alcanzado con la firma del presidente de la Rca. de la Reglamentación de la Ley de Defensa, en presencia de los cuatro Jefes de los EEMMFFAA, impávidos, ingenuos y complacientes. Sin duda que era un importante paso para el “socialismo siglo XXI” -nombre adoptado por el castro-comunismo en ese momento-, que lograba, en la ruta para alcanzar el “estado fallido” (6), inmovilizar aun más a las FFAA. Decía el diario oficialista K, Página 12, aquel 13 de Junio de 2006:
“A contramano de los deseos de los Estados Unidos, que insisten con la necesidad de borrar la frontera entre defensa y seguridad interior, Garré destacó que el decreto describe con “absoluta precisión cuál es la responsabilidad primaria de las Fuerzas Armadas, dejando afuera claramente cuestiones que tienen que ver con la seguridad interior”. Aclaró que “las denominadas nuevas amenazas (terrorismo, narcotráfico y crimen organizado) no son materia de responsabilidad de las Fuerzas Armadas”, cuyo trabajo –indicó– “debe orientarse estructural y organizativamente hacia la conjuración de situaciones de agresión externa perpetradas por fuerzas armadas de otro Estado”.
En ese contexto, la ministro puso el acento en la posibilidad de “proyectar con los otros países de la región un Sistema de Defensa Subregional, interdependiente, interoperable, con medidas de confianza mutua y condiciones políticas suficientes para generar un proceso muy especial en esta región, que es una región de paz”. Los considerandos del decreto estipulan en forma taxativa que “se rechazan enfáticamente todas aquellas concepciones que procuran extender y/o ampliar la utilización del instrumento militar en funciones ajenas a la defensa y a cargo de otras agencias del Estado, usualmente conocidas bajo la denominación de nuevas amenazas”. (Las negritas y subrayados son nuestros).
Habían transcurrido solo ocho años desde último asalto del ERP al RIMec 3, en la Tablada y por Decreto la Ministro de Defensa expresaba -en presencia de los altos mandos militares- que no habría riesgo o amenaza estratégica alguna dentro de los límites del país. Debían orientarse -las FFAA- “estructural y organizativamente hacia la conjuración de situaciones de agresión externa, perpetradas por FFAA de otro Estado”.
Alguien debería avisarle a la ex-ministro de defensa -¡hoy presidente de la comisión de defensa de la Cámara de Diputados!- que transcurridos doce años de su “brillante” reglamentación, las sesenta guerras activas en el mundo SON TODAS INTERIORES. GUERRAS CIVILES, SRA (7). Si la ex–ministro tuviese un mínimo resto de vergüenza o “discernimiento”, debería renunciar a su actual cargo en la Comisión de Defensa. Como polemóloga nos da vergüenza ajena. Como ex-guerrillera, debería estar entre rejas.
EEUU había recibido dentro de su “fortaleza bioceánica” el ataque del 11S01 y días después ese espacio ya era una nueva área estratégica. No era Washington “que insistía con la necesidad de borrar la frontera entre defensa y seguridad interior”, era la dura realidad posguerra fría que el relato oficial K ocultaba, provocando innumerables víctimas inocentes en el país, para llevar adelante la pseudo-revolución y una sistemática corrupción, que terminará desplazándolo del poder el 10 Dic 15.
Sin dudas que el objetivo de la extemporánea reglamentación era reasegurar jurídicamente lo que ya se había establecido en las Leyes de “Inseguridad”. La revolución siglo XXI empezaba a hacer agua, a pesar de que “había llegado para quedarse” o “que iban por todo”. Era necesario avanzar un poco más en la maniobra del “control civil de los militares”, a pesar de haber logrado su desarme por vía presupuestaria, su división entre retirados y activos por vía de sus haberes y, principalmente, continuaban llevándonos masivamente a los legos TTOOFF y para juzgarlos ilegalmente, como criminales comunes, buscando su aplastamiento moral.
El propio presidente de la CSJ -factor clave de esta última maniobra- aun hoy intenta, periódicamente, legitimar sus gravísimas arbitrariedades escudándose en que cumple con una “política de estado”. Como ex-montonero no puede ignorar el Dr. Lorenzetti que, lograda la eliminación de la capacidad operacional de las Fuerzas, a él se le ha encomendado la eliminación de la autoestima de los soldados argentinos por vía judicial. PERO, hay muchos “Larraboures” y muchos “Lunas” en las FFAA argentinas, que cantan el Himno mientras los torturan física y moralmente. Saben que la verdad llegará y están preparados -desde sus cunas- para esperarla, aunque ya sean ancianos. Es el testimonio que hoy la Patria nos exige a los de edad provecta, ante las nuevas generaciones.
EL RIESGO ESTRATÉGICO CENTRAL QUE PADECE NUESTRA ARGENTINA.
Hace décadas que el riesgo estratégico central de nuestra querida Patria es la pérdida progresiva y constante del Estado Institucional, en todos sus niveles. Probablemente por ser éste un concepto abstracto nuestra dirigencia no lo asume, pues no lo ve. El nivel de degradación alcanzado por las Instituciones Constitucionales exigirá un esfuerzo muy lúcido y prolongado para recuperarlas, si llegáramos en algún momento a comprenderlo y decidirlo.
En lo que hace a la “reformulación” de la Seguridad Nacional, específicamente, la recuperación de la Institución FFAA es una condición previa e imprescindible a la existencia de un status de Seguridad y Desarrollo. Las FFAA constituyen el núcleo duro del Estado Nacional. Junto a la Institución Judicial otorgan a la sociedad la Pax y la credibilidad necesarias para alcanzar nuestra pretendida recuperación socio-económica.
Ésta no va a llegar si no se recupera previamente la confianza en el país y ésta es solo posible si tenemos Seguridad y Justicia, obligaciones primarias del Estado-Nación y su razón de ser.
Si quienes conducen el país no comprenden esta exigencia y no establecen prioridades para el restablecimiento del Estado Institucional -como instrumento jurídico indispensable al logro de los objetivos establecidos- no habrá inversiones ni salida del estancamiento. Lo que habrá es desconfianza, “resistencia” conducida, desarticulación de las coaliciones electoralistas, desorden social e inconformismo violento y creciente. El gobierno busca “ganar tiempo” para llegar al “mundial” y luego al segundo semestre, pero en realidad está perdiendo un tiempo que no volverá, mientras la revolución agazapada se recupera y desgasta.
Estamos saltando de un trapecio muy elevado a otro, sin red de seguridad y sin pacificación. Pretender salir del sigiloso proceso revolucionario argentino a la “normalidad”, citando a aquel como mero “populismo” y priorizando a la economía en detrimento de la Seguridad y la Justicia, es absurdo. Es cobardía frente a los actuales espantapájaros de la izquierda revolucionaria y un fracaso anticipado. Es no entender la naturaleza de las cosas y no haber aprendido nada en los últimos tiempos, a pesar de los dramas ya vividos (8).
No desconocemos que hacerlo es difícil. Muy difícil. Décadas de trabajo psicopolítico sobre el electorado han creado falsos mitos, un relato falaz y hasta un nuevo lenguaje. Cuando más se demore en retomar el camino de la Verdad y de la Justicia, las probabilidades de un regreso “revolucionario” serán aún mayores. Es lo que ya insinúa su presencia callejera bajo la consigna de la “resistencia” y que percibe cualquier observador independiente, con sensores bien formados en Ciencias Sociales.
Si no se asume que ambas instituciones -FFAA y sistema judicial- han sido desarticuladas por nuestros enemigos del siglo XX (9) a través de la colusión -tan evidente como desconocida- de la inteligencia británica y del neoterrorismo revolucionario, el restablecimiento institucional del Estado Nacional será imposible. El oportuno empleo de una maniobra estratégica de aproximación indirecta en los ‘80 nos ha inducido la auto-destrucción del Estado Nacional (10) y frente a ello solo se observan escasas reacciones intuitivas. Las dirigencias no están a la altura de los desafíos actuales y la sociedad se siente huérfana. Que mil “intelectuales progresistas” rechacen el encausamiento de Luis Mattini en el caso Larraboure, da una idea del alcance y penetración de la “narrativa revolucionaria” (11).
Nuestra Justicia Penal Federal está destruyendo a las FFAA -al Ser Militar- y al hacerlo se suicida, arrasando con la Constitución, con los principios del derecho penal y con la credibilidad de todo el sistema judicial, puesto hoy en la picota, como nunca antes en nuestra Historia Institucional (12).
Con lo expresado, queda dicho que no habrá “reformulación” de la Seguridad Nacional si no se inicia primero la recuperación del núcleo duro del Estado-Nación: las FFAA y el Sistema Judicial. A partir de allí -y recién entonces- habrá que encarar con realismo a las “verdaderas amenazas estratégicas” que el concierto internacional ha reconocido hace años y las ha asumido rápidamente, terminada la posguerra fría (13). En la Argentina encapsulada de los K (14) se pretendió ignorar la actual circunstancia mundial, dinámica y conflictiva, reemplazándola con un “amañado relato” aun subsistente en gran parte de la comunicación social y de la sociedad.
Si se recuperara la posibilidad de reiniciar el planeamiento estratégico, la inteligencia estratégica, la reorganización de la Defensa, de las FFAA y de los sistemas de armas, se asegurarían los objetivos de largo plazo. Habría credibilidad creciente. Son los fines los que indican qué medios (15). Por el momento esta metodología está invertida. Hay propuestas anunciadas de nuevas organizaciones y nuevas adquisiciones, sin que se hayan establecido con anterioridad qué tipos de guerra se prevén, en qué ámbitos geográficos, en qué oportunidad, etc. Las “vacas sagradas” –la legislación vigente- que nos dejaron los simpatizantes de la pseudo-revolución, lo impide (16).
En el ámbito de la Seguridad Nacional el “gradualismo del cambio”, aun no ha llegado. Se han tomado algunas decisiones positivas en áreas administrativas secundarias, pero no se lo ha hecho en sus áreas centrales, de naturaleza estratégica. Desde 1991 la perversa “política de derechos humanos” -como instrumento eje de la maniobra neo-marxista en Iberoamérica- sigue ocupando el espacio de una imprescindible y sabia “Política de Defensa”, frente a los “estados de guerra” heredados y frente a los múltiples, nuevos e inéditos conflictos que nos abarcan, en el siglo XXI.
LAS AMENAZAS ESTRATÉGICAS SURGIDAS EN LA POSGUERRA FRÍA.
Contrariamente a lo expresado por la ministro Garré y su diario preferido Página 12, el narcoterrorismo y el crimen organizado -las mafias- constituyen actualmente los pilares de sostén del proceso pseudo-revolucionario que conduce el Foro de San Pablo -FSP-: son las principales amenazas estratégicas de Iberoamérica en las primeras décadas del siglo XXI. En Argentina estas amenazas estratégicas están en manos policiales, como meros hechos de seguridad pública. Es por ello que a la vigente legislación de Seguridad Nacional la calificamos de “perversa”.
La razón de negar la existencia de dichas amenazas y además sostener una legislación de altísimo costo en vidas de inocentes, es que el neo-marxismo se sostiene financieramente con estas ONG, con las que ha firmado “acuerdos estratégicos” (17). Eliminar o controlar la Seguridad Nacional y sus medios les permite a estas organizaciones territorialidad -santuarios-. Se han constituido en los nuevos enemigos de Occidente y han obligado repensar las “guerras asimétricas”. La mayoría de la dirigencia política argentina, niega estos hechos objetivos.
Reconocer la existencia de las “nuevas amenazas estratégicas” no quiere decir que estas sean de carácter “estratégico militar”. La agresión la producen civiles, terroristas, milicianos, delincuentes de guantes blancos o negros, religiosos extraviados y ONG (s) de variadas especies -desde derechos humanos, feministas, verdes, indigenistas radicales y hasta entidades de beneficencia-. Quienes no conceptualizan al nuevo fenómeno belígero, imaginan a las tropas militares desplegadas en las calles para enfrentar al nuevo enemigo no estatal. GRAVE ERROR. No ven lo sustantivo, sino solamente lo verbal: la acción operacional. Son mentalidades tácticas que nos pueden llevar a un nuevo gran fracaso.
Hemos repetido hasta el cansancio que la violencia en las guerras de la civilización pos-industrial ya no se desarrolla en los teatros de operaciones militares, sino sobre las sociedades. Las bajas son mayoritariamente civiles inocentes. En consecuencia, darle a una agresión de éste tipo una respuesta militar-operacional, es no entender la naturaleza del desafío a superar. Lo que exige esta sorpresiva innovación socio-política, es una Gran Estrategia, elaborada en el alto nivel conjunto-combinado. Es allí donde aparece el rol de las FFAA y luego, en una función necesariamente combinada, la supervisión cruzada del Plan Regional Estratégico General. Ante una agresión “internacionalizada”, una respuesta “internacionalizada”.
El eventual próximo resultado electoral en Brasil y el destino de Lula en un calabozo, constituyen hechos definitorios para la pseudo revolución Iberoamericana. No olvidemos que Lula es el Nro 2 en la cúpula del FSP, hoy prácticamente acéfalo. El PT, sin Lula, difícilmente retenga la Secretaría ejecutiva del Foro, que pasaría de una influencia moderada estilo social-demócrata, a la rústica presencia estalinista-castrista de las FARC, la nueva conducción del PC de La Habana y el natural ascenso del sandinismo nicaragüense y del chavismo de las Islas caribeñas. Habrá una conducción más violenta de la pseudo-revolución en el Cono Sud, proporcional a su desalojo del poder político, por vía electoral.
Éste relevo en la conducción del órgano supranacional FSP se hará sentir en la Región en el año 2019, en particular en la Patagonia argentina y chilena, la zona del Lago Titicaca y en la frontera brasileña-paraguaya, en donde existen desde hace tiempo pre-despliegues de sus avanzadas orgánicas.
Durante las horas en que Lula desarrollaba su último acto pre-electoral, demorando su ingreso a prisión, en la CABA, frente a la Embajada de Brasil se presentó, para “resistir”, el elenco de superficie de nuestros revolucionarios “piqueteros”, pero días antes el tema del aborto mostró la transversalidad del otro elenco, más variado y peligroso, compuesto por anarquistas de origen marxista y otros, de origen libertario. Son los extremos que se tocan.
Estos son los sectores sociales fundadores de la profunda “grieta” argentina, que se caracterizan por resentimientos adquiridos por herencia o por la pedagogía del “relato”. Impiden la unidad nacional, la reconstitución institucional del Estado y la Paz de los argentinos. “No disciernen ni entienden lo que los otros disciernen”, diría Maquiavelo. “Son inútiles”. Y para nosotros, nos son inútiles.
¿HABRÁ ´REFORMULACIÓN´ DE LA SEGURIDAD NACIONAL?
Creemos que existen, en las esferas de decisión gubernamental, quienes “entienden lo que los otros disciernen” y eso “es bueno”, PERO, no se animan con las “vacas sagradas”: las leyes que rigen a la Seguridad Nacional. Apenas se animan con su reglamentación y eso no solo es insuficiente, sino que es un agravante de la situación que padecemos para quienes deban operar en el terreno.
Si existieren objetivos firmes, no habría miedo para lograrlos. Habría coraje. Cuando los objetivos no existen o son débiles, el miedo supera al coraje.
Hay una solución para no pasar por las “horcas caudinas” del Congreso: el urgente Acuerdo de Seguridad Colectiva y Defensa Común que permitiría subrogar la inédita y perversa legislación custodiada por un vago “progresismo”, comodín que encubre y mimetiza a esa minoría que, consciente o inconscientemente, se alinea y forma parte de la extraña mixtura de “inútiles” que oscurece nuestro futuro como Nación. Ayer, sus antecesores por lo menos jugaban sus propias vidas, como “imberbes” irresponsables. Hoy son un pelotón de adultos espiritualmente corrompidos, que no solo forman parte de la oposición, sino que también están en la coalición gobernante (18).
CITAS:
(1). E. de Vergara. “Las diferencias conceptuales entre Seguridad y Defensa”. Feb 09. www.ieeba.org
(2). H. J. Auel. “El estado-nación regional frente a las amenazas estratégicas globalizadas”. Jun 98. www.ieeba.org
(3). H. J. Auel. “Ponencia en Santiago de Chile: Nuevo entorno de Seguridad. Nuevas alternativas de la Defensa. Respondiendo a los desafíos de la IX CMDA”. Jul 11. www.ieeba.org
(4). H. J. Auel. “Relaciones cívico-militares, la necesaria reconstrucción del Estado y de la imprescindible Seguridad Nacional, Regional y Continental”. Nov 13. www.ieeba.org
(5). EI: Estado Islámico de Irak y el Levante o EIIL, oficialmente Califato Islámico, conocido también como Estado Islámico, ISIS, Dáesh o Daish, es un grupo terrorista insurgente de naturaleza fundamentalista yihadista wahabita, formado por radicales fieles a Abu Bakr al-Baghdadi, que en junio de 2014 autoproclamó el califatodesde la ciudad iraquí de Mosul, pidiendo lealtad a todos los musulmanes.
(6). H. J. Auel. “La dirigencia argentina frente a los desafíos de la Seguridad Nacional en el siglo XXI”. Ago 15. www.ieeba.org
(7). H. J. Auel. “El pensamiento estratégico militar en el siglo XXI”. 12 Oct 14. www.ieeba.org
(8). H. J. Auel. “Política de Derechos Humanos Vs. Política de Defensa”. 01 Ago 17. www.ieeba.org
(9). H. J. Auel. “El narcoterrorismo, el Estado Nacional, la democracia y las FFAA”. 26 Abr 14. www.ieeba.org
(10). H. J. Auel. “La larga guerra civil argentina y el actual estado de guerra civil-revolucionario”. 09 Jul 13. www.ieeba.org
(11). L. Di Marco. “Un caso que quema y reabre heridas de los 70”. La Nación. 06 Abr 18.
(12). Es indispensable la lectura del lapidario ensayo de la Dra. Silvia Marcotullio: “Breves apuntes sobre una inquietud: continúa la comisión de delitos de lesa humanidad por parte de los poderes Ejecutivo y Legislativo”. www.ieeba.org
(13). H. J. Auel. “La guerra mundial contraterrorista global, ¿híbrida con derivación nuclear?”. Abr 15. www.ieeba.org
(14). H. J. Auel. “La Argentina encapsulada”. Jul 10. www.ieeba.org
(15). H. J. Auel. “Arena… ¿o pan rallado?”. Dic 17. www.ieeba.org
(16). H. J. Auel. “Sr. CJFFAA: llegó la hora de pintar la carta”. Feb 17. www.ieeba.org
(17). H. J. Auel. “Las FARC-EP, actual pivote del antiguo proceso revolucionario iberoamericano”. 05 Sep 17. www.ieeba.org
(18). eldiario24com. “Alfonsín exigió que la UCR se pronuncie sobre la situación de Brasil”. 08 Abr 18.
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