La verdadera cara del FSLN (Frente Sandinista de Liberación Nacional) (3ra. parte)

Los cristianos revolucionarios

El Che Guevara, pseudo-proféticamente había dicho: «cuando los cristianos revolucionarios se atrevan a dar un testimonio integral, ese día, la revolución en Latinoamérica será irreversible». Desde finales de la década de los sesenta los marxistas latinoamericanos habían comenzado a promover una estrategia que fue hábilmente usada por los sandinistas: promover una alianza con los cristianos e infiltrar la Iglesia Católica. El mismo Fidel Castro había pronosticado que no podía haber revolución sin los cristianos. En ese momento en la historia de Nicaragua, los religiosos marxistas muestran su marxismo.

 

En el Colegio Centroamérica y en la Universidad Centro Americana –ambas de los jesuitas– toda una nueva generación de jóvenes sistemáticamente fue indoctrinada a favor del comunismo. Se enseñó que el capitalismo es satanás y que el redentor es la revolución. El Prefecto del Colegio Centroamérica mostraba en la pared de su despacho dos cuadros, uno de Cristo y el otro del Che Guevara, entrelazados con un letrero que decía: «Ambos murieron por la misma causa». Bajo la influencia y guía de los jesuitas, numerosa cantidad de jóvenes se dedicaron a las actividades sandinistas.

 

 

El Comandante de la Revolución, Jaime Wheelock R., en su libro «El Gran Desafío», (entrevista por Marta Harnecker) dice:
 
A partir de determinado momento, como parte del desarrollo, de la dinámica, de la profundización de la lucha, se incorporaron también, en forma organizada, jóvenes que se habían nucleado alrededor de un movimiento cristiano... Nosotros entendimos que su participación de los Sacerdotes fue de carácter estrictamente político, no religioso.

Entonces, en principio, yo te diría que las razones por las cuales la juventud cristiana y algunos sacerdotes participaron fue porque nosotros coincidimos en objetivos comunes.