Gracias Alá por el coronavirus que arrasa Europa, llévate más españoles
Un jihadista detenido el pasado martes por la Policía Nacional Española en Madrid había experimentado en los últimos meses un aumento de su radicalidad y peligrosidad, e incluso en fechas recientes coincidiendo con el estado de alarma, había renunciado a su empleo para dedicarse a “su instrucción terrorista” e incrementar su radicalización.
Entre las publicaciones realizadas en sus redes sociales, la Policía ha destacado como relevantes las relacionadas con la pandemia provocada por el coronavirus, en las que el detenido se mofaba de las numerosas víctimas mortales, deseando la propagación del virus y afirmando que se trataba de “un castigo de Alá”. El detenido no solo visualizaba y difundía en internet material de contenido jihadista, sino que había asumido la estrategia virtual de ISIS y se autodefinía como “hijo del Estado Islámico”.
El fanático incluso llegó a publicar el siguiente mensaje en perfiles falsos: “Gracias Alá por el coronavirus que arrasa Europa, llévate a más españoles e infieles”. De acuerdo a información proporcionada por la Policía, en los últimos meses, además, había centrado de manera exclusiva en su actividad radical, elevando la agresividad de sus mensajes y en un repentino cambio físico, propio de los seguidores de la doctrina “salafista-jihadista”.
En el registro de su domicilio el pasado 3 de junio se ha encontrado gran cantidad de contenido yihadista, resaltando la localización de manuales elaborados por ISIS para la instrucción de sus acólitos en la perpetración de atentados terroristas utilizando explosivos. También se han intervenido vídeos sobre entrenamientos en campos militares y testimonios de mártires.
La investigación comenzó cuando los agentes especializados en la lucha contra el terrorismo detectaron la presencia de una persona que estaría haciendo un uso intenso de las redes sociales con el propósito de visualizar y difundir material de contenido jihadista. Su creciente peligrosidad, junto con las amenazas proferidas en redes sociales contra España, Israel y EE UU, precipitaron su detención, neutralizando así la seria amenaza que representaba.