THE LINE: EL INFIERNO DONDE PRETENDEN QUE VIVAMOS

Según un estudio reciente publicado en la revista Nature, la vida en esa potencial ciudad futurista de Arabia Saudita sería poco menos que un infierno. Vivirán allí unos 9 millones de personas que se desplazarán gracias a una red de ferrocarriles de alta velocidad. Su colosal tamaño y su estructura lineal harían que la movilidad y la habitabilidad sea una pesadilla cotidiana para sus ciudadanos.

Por algún motivo, la humanidad tiene unas 50.000 ciudades y casi todas ellas son en buena medida circulares. Solamente la alargada Manhattan, abastecida por una red de transporte subterráneo sumamente eficaz que funciona las 24 horas del día, puede exponerse como una excepción sólida.

Los fundamentos urbanísticos de The Line, a construirse en la provincia árabe de Tabuk, chocan por completo con el concepto de "ciudad de la milla" o "ciudades a quince minutos" hacia donde marchan las grandes capitales mundiales. En este último caso, se trata de urbes donde el vecino puede caminar pocas cuadras y encontrar centros de salud, educación, seguridad, comercios, entretenimientos y parques.

Volviendo a The Line, estaría organizada en dos hileras de rascacielos de acero y cristal de 500 metros (más altos que el Empire State Building). Entre las dos líneas ininterrumpidas, espacios abiertos de 200 metros de ancho que darían cobijo a las zonas verdes, de transporte y ocio.

El inspirador de esta construcción megalómana es el príncipe heredero del reino de Arabia Saudita, Mohamed bin Salmán. En un principio, prometía un modelo de ciudad autosostenible, sin emisiones de CO2, con acceso a todos los servicios a tan solo cinco minutos a pie y con trenes automatizados de alta velocidad que unirían los extremos en teóricos 20 minutos.

Se trata de una promesa difícil de materializar porque existirían más de 80 estaciones intermedias entre los extremos de este monstruo arquitectónico. La densidad de población sería de 265.000 personas por kilómetro cuadrado, unas diez veces mayor que la de la isla de Manhattan, en Nueva York.

Más de la mitad de las personas habitaría demasiado lejos de sus destinos laborales, educacionales o sanitarios.

El príncipe saudí decidió usar los ingresos del petróleo para financiar inversiones que modernicen el país para reducir su dependencia de los hidrocarburos como motor económico.

Sin embargo, la baja en los precios de las energías renovables, cada año más competitivos con respecto al "oro negro", ponen signos de interrogación sobre los aspectos financieros de The Line.

El costo de este coloso con pies de barro asciende a un billón de dólares (dos veces y media la deuda externa de Argentina).

La enorme mayoría de los habitantes de Arabia Saudita disfruta de una vida de altos ingresos gracias a fuertes subsidios estatales que provienen de los vastos yacimientos de hidrocarburos.

La utopía moderna de una ciudad libre de autos, autopistas y cualquier tipo de emisión perjudicial para el medio ambiente no detiene su marcha, pero podría convertirse en un titánico error.

https://www.diariouno.com.ar/planeta-sustentable/avanza-la-mayor-construccion-una-cuestionada-ciudad-futurista-arabia-saudita-n1303624