La usura, según la doctrina católica, es la práctica de cobrar intereses excesivos o desmedidos sobre un préstamo, aprovechándose de la necesidad del prestatario.
Históricamente, la Iglesia Católica ha condenado la usura porque se considera una forma de explotación y una violación de la justicia y la caridad. La enseñanza católica tradicional sostiene que el dinero, por su naturaleza, no debe generar ganancia si se presta, y cualquier interés que se cobre injustamente sobre un préstamo se considera usura.
En la doctrina católica, la usura se ve como moralmente incorrecta porque:
1. Explotación del necesitado: Se cobra por el uso del dinero sin una causa justa, lo que perjudica al deudor, especialmente cuando está en una situación de necesidad.
2. Contra la justicia y la caridad: Se trata como una falta de justicia y amor al prójimo, ya que implica lucrar desproporcionadamente a costa de otro.
Encíclicas que tratan el tema de la usura:
1. Encíclica Rerum Novarum (1891) de León XIII: Aunque Rerum Novarum no trata específicamente de la usura, aborda los problemas sociales y económicos derivados del capitalismo, incluidos los abusos financieros, y critica las estructuras injustas que explotan a los trabajadores y a los pobres. León XIII hace un llamado a un orden económico más justo y ético, en consonancia con los principios de la caridad cristiana y el bien común.
2. Encíclica Vix Pervenit (1745) de Benedicto XIV: Esta es una encíclica específica sobre la usura. El Papa Benedicto XIV condena la práctica de cobrar intereses excesivos y señala que, aunque se puede aceptar una compensación justa por los daños o pérdidas sufridas por el prestamista (como en casos de riesgo o pérdida de oportunidad), cobrar intereses injustos o desmedidos sobre un préstamo constituye usura, que es moralmente inaceptable.
Vix Pervenit señala que:
No es lícito para un cristiano ganar dinero simplemente por el hecho de prestar dinero.
El cobro de intereses es lícito en casos justos, como compensación por pérdidas o riesgos, pero no como medio de explotación.
3. Encíclica Quadragesimo Anno (1931) de Pío XI: En Quadragesimo Anno, Pío XI reflexiona sobre los problemas derivados del capitalismo desenfrenado y la concentración del poder económico en manos de unos pocos. La usura, como parte del sistema financiero injusto, es implícitamente condenada en el contexto de la explotación de los pobres por parte de las élites económicas.
4. Encíclica Caritas in Veritate (2009) de Benedicto XVI: Aunque no se enfoca directamente en la usura, Caritas in Veritate menciona las injusticias del sistema financiero moderno y el imperativo de desarrollar una economía ética basada en el respeto a la dignidad humana y la solidaridad. Benedicto XVI enfatiza la necesidad de una mayor ética en las finanzas y una economía que sirva al bien común.
Conclusión:
La condena de la usura en la doctrina católica es constante a lo largo de los siglos. La Iglesia ha condenado la usura desde sus primeros tiempos y ha mantenido esta postura a lo largo de su enseñanza social. Encíclicas como Vix Pervenit, Quadragesimo Anno y Caritas in Veritate ofrecen una perspectiva ética sobre la usura y el sistema financiero, promoviendo la justicia social y el bienestar de todos.